Ayer después de una verdadera tormenta llegamos al paraíso, nos alojamos en la casa del Principado donde una pareja de señores ya mayores nos acogió, y nos hizo sentir como en casa.
Esta mañana empezó una nueva fase, pues mi primo, mi tío, y Paula, una alemana que nos había acompañada por dos días, decidieron quedarse en Nueva y replantear su camino.
Al despertar logre superar la etapa de negación, y con bastante animo comencé a caminar. Desde que salimos nos encontramos con lluvia, la primera del camino, lo cual agradecí mucho, pues dejé que la lluvia limpiara todos los pesares. Hay que hacer un arduo trabajo interior, vencerse a uno mismo, traspasar los miedos para poder seguir caminando.
A las tres horas de camino, un venado se cruzo por nuestra vista, un buen regalo. El mar nos acompañó casi la jornada completa, y entre las olas, el viento, los pájaros, los cencerros del ganado y la lluvia, se creó una hermosa armonía. Definitivamente, la naturaleza es la mejor canción.
Desde hace un par de días traigo una infección en el dedo gordo del pie derecho, producto de la uña enterrada, ahora tendré que ocuparme de eso mañana y conseguir algún farmacéutico que se apiade de mi situación y me recete un buen antibiótico para poder continuar el camino.
Sigo reafirmando, esto hace apreciar mucho mas lo que se tiene en casa. Echo mucho de menos a mis 4 nenes, pero saber que estarán ahí cuando llegue me pone feliz. Y saber que mama me esta curando desde allá me alivia mucho. Definitivamente soy muy afortunada con la vida que tengo.
Reflexiones del día:
- No mires para abajo, ni mires para arriba, mira donde estas pisando.
- Cuando encuentres tu ritmo, continua tu camino.
- Cuando dejas de pensar que ya no puedes, puedes.
- Los guerreros no se dejan vencer. Los guerreros no abandonan la lucha.
