Este camino se podría dividir en tres fases. La primera fue en compañía de mi tío Arturo, de Bernardo y de Paula, una alemana que conocimos en el primer albergue al que llegamos; no hicimos muchas mas amistades pues éramos muy pocos peregrinos, y el resto era un grupo de cuatro españoles y una alemana poco amables. La segunda fase la pasamos papa, Ignacio y yo, sin mas compañía, y hospedandonos en pensiones. La tercera fase, esta ultima, la hemos estado compartiendo con Yun, una coreana, Idoia, una chica del país Vasco, un grupo de cinco señoras, un señor y un perrito de Navarro, y otro grupo de dos parejas de Alicante, con quienes coincidimos en los albergues, y se ha hecho muy buena convivencia.
Hoy llegamos a Baamonde, un pueblo muy pequeño que atraviesa dos carreteras; parecía despoblado y sin mayor chiste, pero nos llevamos la sorpresa cuando, después de comer, nos recomendaron visitar el museo de Victor Corral, un escultor gallego. Al llegar al lugar indicado, atravesamos una puerta de madera, para encontrarnos con un jardín paradisiaco con esculturas de piedra y madera por todos lados. Pero la verdadera sorpresa fue cuando nos recibió el propio artista, un hombre lleno de paz y sabiduría, que nos dio un recorrido por el museo interior lleno de piezas impresionantes. Victor es un viejo con alma de niño, un hombre que ha sabido reconocer la maravilla de estar vivo y convivir con la naturaleza; un verdadero ejemplo de vida. Ahora tiene Parkinson y su espíritu se alimenta recibiendo a los visitantes que entran por su puerta.
Por la noche compartimos la mesa con los alicantinos, Yun e Idoia, una rica pasta preparada por mi hermano.
Reflexiones del día:
- Alimenta tu espíritu tan bien como tu cuerpo.
- Quien tiene buen corazón, lo tiene todo.
- Una sonrisa te puede hacer millonario.
Que bonita experiencia... Me encantaron las fotos! Animo :D
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